martes, 17 de noviembre de 2015

Neumonia en el bebé

Mi bebé tiene mucha tos y fiebre. ¿Podría tratarse de una neumonía?Es posible, ya que la tos y la fiebre constituyen dos de los síntomas principales de la neumonía (también conocida como pulmonía). Otros síntomas pueden incluir los siguientes:
Debilidad,vomitos, diarrea,Pérdida del apetito.Dificultad para respirar.

La neumonía puede aparecer en cualquier momento, pero por lo general se manifiesta en invierno y primavera, a menudo después de un resfriado u otra infección de las vías respiratorias superiores. 
Si piensas que tu bebé puede tener neumonía, debes llevarlo de inmediato al médico. Algunos casos son leves, pero la neumonía también puede ser grave. 

¿Hay diferentes clases de neumonía?

Sí. La neumonía es un término general que hace referencia a una infección de los pulmones, y la pueden producir muchos organismos diferentes. 

En los bebés y niños pequeños, la neumonía puede ser ocasionada por el virus sincital respiratorio ("RSV" por sus siglas en inglés) y el estreptococo del grupo B (EGB o "GBS" por sus siglas en inglés). 

Los bebés más grandecitos o los niños pequeños podrían contraer neumonía como resultado de otras infecciones bacterianas o virales. 

Los médicos agrupan la neumonía en dos categorías: viral y bacteriana. 

Si tu hijo tiene neumonía bacteriana, probablemente presentará síntomas repentinos tales como los que se incluyen a continuación:

Fiebre alta.
Respiración acelerada.
Tos.
No tendrá deseos de comer y parecerá muy enfermo.
Dificultades para respirar (observa si hay aleteo nasal o hundimiento del pecho cuando respira).
Pulso acelerado.
Labios o uñas azulados.
Un aspecto débil.
Vómitos.
Diarrea.
Otros síntomas poco comunes incluyen el dolor de estómago y la tortícolis. 

La causa habitual es el Streptococcus pneumoniae, pero hay otras bacterias estreptocócicas (como por ejemplo el Staphylococcus aureus o la Chlamydia pneumoniae) que también pueden producir neumonía. 
La neumonía viral empieza por lo general como un resfriado, pero los síntomas empeoran lenta e ininterrumpidamente. Posiblemente tu hijo presente fiebre de 101,5 grados Fahrenheit (38,6 grados centígrados) o más, con tos cada vez más fuerte, silbidos en el pecho y respiración acelerada. También puede presentar otros síntomas como debilidad, vómitos o diarrea. 
La neumonía viral suele ser menos grave que la neumonía bacteriana y, aunque no puede derivar en bacteriana, sí puede generar en tu hijo una mayor propensión a la forma bacteriana de la enfermedad. 

¿Cómo se diagnostica la neumonía?

Durante la consulta, el médico observa cómo respira el bebé y ausculta (escucha) sus pulmones con un estetoscopio. Esto le permite detectar cualquier disminución de los sonidos respiratorios o cualquier otro ruido anormal que haya. Tu bebé estará respirando muy rápido para ingresar más oxígeno porque algunos de los alvéolos pulmonares estarán llenos de líquido. 
Si el médico piensa que tu pequeño tiene neumonía, seguramente querrá hacer una radiografía de su tórax, un análisis de sangre o un análisis del líquido de su nariz. Para asegurarse que tu bebé obtiene el oxígeno necesario, es posible que el médico utilice un oxímetro de pulso, un aparato sencillo (en forma de clip o pinza) que se coloca en el dedo para medir la saturación de oxígeno. 
¿Cuál es el tratamiento?Para la neumonía bacteriana, los médicos recetan antibióticos. La neumonía viral no responde a antibióticos, por lo cual el tratamiento seguramente se limitará a hacer reposo e ingerir líquidos. De hecho, incorporar suficiente cantidad de líquido es fundamental para combatir la deshidratacion derivada de la respiración acelerada y la fiebre que a menudo se presenta como efecto secundario de la neumonía. 
Quizás puedes usar un humidificador o vaporizador de aire frío para humedecer el aire de la habitación de tu hijo, y consulta con tu médico si le puedes dar acetaminofén para la fiebre o (si es mayor de 6 meses) ibuprofeno. 
Si tu bebé necesita que le traten la neumonía bacteriana en el hospital, es posible que le administren líquidos y antibióticos por vía intravenosa. Seguramente el personal de enfermería le aspirará la nariz con regularidad y controlará los niveles de oxígeno en sangre con un sensor de oximetría de pulso. También puede ser que le coloquen un tubo o máscara de oxígeno de nariz para facilitarle la respiración. 

La mayor parte de las neumonías que no traen complicaciones experimentan mejoría en una semana, aunque la tos puede persistir durante varias semanas. 

¿Qué puedo hacer para evitar que mi bebé se enferme de neumonía?Aquí tienes algunos consejos para aumentar las posibilidades de que tu hijo padezca neumonía en el futuro: 

Mantén su programa de vacunación al día. La vacuna contra la Haemophilus influenzae tipo B o Hib, la vacuna contra la difteria, el tétanos y la tos ferina o DTaP, la vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola o MMR, la vacuna contra la gripe (una vez que tu bebé tenga 6 meses), la vacuna contra la varicela y la vacuna antineumocócica, pueden todas ellas ayudar a prevenir la neumonía. 
Consulta con el médico en caso de que tu bebé no haya recibido alguna de las vacunas arriba mencionadas.
Practica una buena higiene. lava tus manos asi como las manitos de tu bebe con frecuencia para evitar la propagación de los gérmenes.No permitas que comparta tazas o utensilios con otras personas. Lava con regularidad todos los lugares (como el teléfono, los juguetes, las perillas de las puertas y la manija de la puerta del refrigerador) que puedan estar en contacto con partes del cuerpo que tengan gérmenes. 

Haz de tu casa un hogar libre de humo. Si tú o tu pareja fuman, háganlo afuera, y pide a las visitas que hagan lo mismo. Mejor aún, consulta con tu médico y encuentra un programa que te ayude a dejar el tabaco. Hay estudios que demuestran que los niños que conviven con el humo del cigarrillo, incluso por periodos cortos de tiempo, se enferman con mayor frecuencia y son más propensos a la neumonía, a las infecciones de las vías respiratorias superiores, al asma y las infecciones de oido


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