domingo, 15 de noviembre de 2015

Análisis que pueden predecir la probabilidad de parto prematuro

Hay dos pruebas de detección para aquellas mujeres que presentan síntomas de parto prematuro o que corren el riesgo de tenerlo. Los resultados negativos son especialmente útiles, ya que pueden ayudarte a evitar intervenciones innecesarias y al mismo tiempo tranquilizarte. 


El Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos no recomienda hacer estos estudios a todas las mujeres embarazadas. Las investigaciones no han demostrado que éstos sean útiles para las mujeres que no se consideran de alto riesgo y que no presentan síntomas. 

Las dos pruebas son: 

Medición de la longitud del cuello uterino mediante un ultrasonido o ecografía:
Quizás tu doctor haya medido la longitud de tu cuello uterino durante la primera visita prenatal. Si ve algo que le preocupa, puede recomendar un ultrasonido para medir tu cuello uterino con más precisión y observa señales de que está cambiando. Si empieza a adelgazarse o dilatarse a mitad del embarazo el riesgo de un parto prematuro es mayor. 
Tu médico puede recomendar que te hagan un ultrasonido si nota que tu cuello uterino es más corto de lo normal al hacerte un examen, si presentas un alto riesgo de insuficiencia cervical, o si tienes síntomas que indican que el cuello uterino está cambiando (tales como presión sobre la pelvis o cólicos, dolor de espalda, aumento del flujo vaginal o sangrado). 
Si el ultrasonido muestra que tu cuello uterino está comenzando a cambiar, probablemente el médico te recomendará que reduzcas tus niveles de actividad física y horas de trabajo, que evites tener relaciones sexuales y que dejes de fumar, si todavía no lo has hecho. Dependiendo de tu situación y de la edad gestacional del bebé, podrían realizarte otro ultrasonido en las próximas semanas. 
Si aún no has llegado a la semana 24 y tu cuello uterino está cambiando, pero no tienes contracciones, el médico te puede recomendar un cerclaje, que es un procedimiento mediante el cual se realiza una sutura alrededor del cuello del útero (se cose con un punto de hilo fuerte) para reforzarlo y ayudarlo a mantenerse cerrado. Sin embargo, este procedimiento presenta algunos riesgos, y existe mucha controversia sobre si es suficientemente eficaz y si vale la pena hacerlo. 
Las mujeres que pueden beneficiarse de un cerclaje incluyen aquellas que han tenido una cirugía o un trauma cervical, seguido de la pérdida de un bebé durante el segundo trimestre sin motivo aparente, o de un nacimiento prematuro. En ese caso, pueden practicarte un cerclaje entre las semanas 12 y 14, antes de que el cuello uterino comience a cambiar. Tu doctor determinará si eres una buena candidata para este procedimiento. 

Prueba de detección de fibronectina fetal:
Este análisis generalmente se reserva para mujeres que tienen contracciones u otros síntomas de parto prematuro. La fibronectina fetal (fFN) es una proteína producida por las membranas fetales. Si en una muestra de tus secreciones cervicales y vaginales tomada entre las semanas 24 y 34 de embarazo aparece una cantidad mayor de lo que debería, se considerará que corres más riesgo de tener un parto prematuro. 
Si el resultado del análisis da positivo quizás tu médico te recete medicamentos para detener el parto a corto plazo, y corticoesteroides para ayudar a que los pulmones del bebé maduren más rápido. 
Sin embargo, el análisis indica con mayor precisión la fecha en la que no darás a luz que la fecha en la que empezará el parto. Si el resultado de fFN da negativo, es muy poco probable que tengas un parto prematuro durante las próximas dos semanas. Un resultado negativo puede tranquilizarte y ayudarte a evitar la internación en un hospital o bien otros tratamiento innecesarios

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