martes, 17 de noviembre de 2015

Consejos para padres primerizos

Huele bien, está sonrosadito, sus hoyuelos los tienen subyugados… su bebé acaba de nacer y los embarga la felicidad… pero también las dudas y un cierto sentimiento de pánico sobre cómo reaccionar y cuidar al recién llegado. Os ofrecemos un pequeño manual de supervivencia para padres primerizos.

Errores a evitar en los primeros meses del bebé

Convertirse en padres es una de las tareas más arduas que existen y los primeros meses son, sin duda, los más duros. Su hijo es un desconocido y es casi imposible no cometer algún error. Es normal, están en un proceso continuo de aprendizaje, aunque es posible evitar algunos de los más frecuentes si los conocen de antemano. Aquí van unos cuantos.

1 Somos padres… y humanos: como los padres perfectos no existen, conviene desdramatizar desde el primero minuto y asumir que, si bien es verdad que un bebé trae consigo toneladas de felicidad, su cuidado conlleva también mucho cansancio y un cambio radical de costumbres, al menos en los primeros meses. Así que más vale adaptarse cuanto antes ala situación siguiendo tres reglas de oro: priorizar, organizarse bien y, si la situación nos desborda, pedir ayuda.

2 Perder la perspectiva: hoy en día tenemos pocos hijos y bastante tarde, con lo que la llegada de un bebé se convierte en un acontecimiento mayúsculo. Y, si bien es verdad que es uno de los momentos más importantes de nuestra vida, fuera de nuestro entorno quizá no tenga la relevancia que creemos. Así que no saquen las cosas de contexto: recuerden que todos los días nacen niños y que, por tanto, no son ni los primeros ni los últimos.

3 Tiempo libre: muchos padres piensan que ya que los bebés recién nacidos pasan tanto tiempo durmiendo, tendrán mucho tiempo libre para ocuparse de otras cosas. Craso error: entre una toma y otra apenas queda un minuto para hacer nada que no esté relacionado con el bebé y el día pasa, en general, en un suspiro. Puede que os quede un rato libre, pero mucho menos de lo que pensabais, así que es mejor tenerlo claro de antemano.

4 Seguir los consejos a pies juntillas: revistas, libros, programas de televisión, las amigas, la suegra… todo el mundo los bombardeará con consejos sobre embarazo, parto y cuidados del bebé. En vez de escuchar pacientemente e intentar hacer todo lo que les han contado, tengan claro qué tipo de padres quieren ser y sigan los consejos de expertos –aseguraos de que lo son– con su misma filosofía. Los mejores: el ginecólogo y la matrona primero y su pediatra después.

5 Desencuentros en la pareja: es ley de vida: el bebé se va a convertir en el centro de atención en casa, y no sólo las primeras semanas o meses. Los padres tienen que renunciar a una parte de sí mismos para ocuparse de sus retoños y hacerse a la idea de que ya no son sólo una pareja de enamorados. Pero eso no significa que deban renunciar al otro: es difícil, pero hay que encontrar tiempo para hablar, contarse como se sienten, y si bien las primeras semanas resulta imposible reanudar la vida sexual, no conviene dejarla aparcada demasiado tiempo.

6 Preocuparse demasiado: muchos padres primerizos pierden tanto tiempo leyendo y preocupándose de todo los males que le pueden suceder a su bebé que se vuelven casi paranoicos y no dejan que nadie ni nada se les acerque. Cada vez que sospechen que le sucede algo a su hijo, no lo pongan en lo peor ni hagan suposiciones sin fundamento, es mejor que se guien por su intuición y acudan al pediatra, él solventará todas sus dudas.

7 Gastar más de la cuenta: aunque no nos guste admitirlo, muchas de las cosas que compramos para un recién nacido son más caprichos de los padres que necesidades del bebé. Este necesita poco más que unos padres que le quieran y un lugar donde dormir, así que no hace falta quedarse en números rojos con tal de tenerlo todo a punto para el nacimiento. Comprad las cosas que necesiten, pidanla prestadas o pedir que se las regalen, pero no llenen la casa de cachivaches que no estan seguros de que van a utilizar o necesitar, en unos meses no les servirán para nada y no sabran qué hacer con ellos.

8 Las tres mayores preocupaciones: una vez que el bebé ya está en casa, ¡calma y buen humor! Desde ese momento hay tres cosas que preocupan especialmente a los padres: la alimentación, el sueño y el llanto del recién nacido.

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