miércoles, 4 de noviembre de 2015

Leche materna, su elaboración

Leche materna, su elaboración.

Durante el embarazo ya comenzarán a producirse cambios en tus senos, como ser senos sensibles e hinchados, pezones y areola más oscuras.
Una señal de que tus senos están prontos para amantar es cuando los granos diminutos que tienes alrededor de la areola empiezan a crecer y se notan más, generalmente eso sucede en el tercer trimestre del embarazo. Estos granitos, "glándulas de Mongomery" segregan una sustancia que limpia, lubrica y protege el pezón contra las infecciones durante la lactancia.
¿Cómo se forma la leche dentro del seno materno?
Con el desarrollo de la placenta se promueve a la liberación del estrógeno y progesterona, las cuales estimulan el sistema que hace posible la lactancia.
Antes del embarazo el seno está compuesto en gran medida por glándulas mamarias, tejido de apoyo y grasa protectora. 

La "red" de conductos lácteos se forma a las seis semanas del embrión, dentro del útero de la madre.

Cuando tu bebé nace, los tejidos glandulares han reemplazado la mayor parte de las células grasas,
siendo responsable del aumento de tus senos.
En el medio de tus células grasosas y el tejido glandular hay una intrincada red de canales llamados conductos mamarios, las hormonas en el embarazo son las responsables de que éstos conductos se multipliquen en tamaño y número. Los conductos se separan y dividen en canales al rededor del pecho llamado conductillos, los cuales terminan cual racimo de uvas, llamado alvéolos. Un racimo de alvéolos forma un lobulillo, y un racimo de lobulillo se denomina lóbulo. Cada seno tiene entre 15 y 20 lóbulos.
La leche se produce dentro de los alvéolos, son rodeados de diminutos músculos que exprimen la glándula y empujan la leche hacia el conductillo.
El sistema de canales mamarios acaba de desarrollarse durante el segundo trimestre, por lo que si tu hijo nace prematuro puedes darle de mamar también.

Tras el parto...
La gran producciòn de leche comienza luego de 48/96 horas siguiente al parto.
Una vez expulsada la placenta un alto nivel de hormonas de progesterona y estrógeno descienden de tu cuerpo, aumentando el nivel de la hormona prolactina, es ésta hormona de la glándula pituitaria le indica a tu cuerpo que tiene que producir alimento para tu bebé.

El calostro...
Durante los primeros días tu bebé se alimentará de una sustancia cremosa pero baja en grasa y alta en proteína, denominada calostro.
Esta primera leche se produce a medida que las células del centro de los alvéolos se disuelve y fluye por los conductos mamarios. Este líquido fácilmente dirigible está repleto de anticuerpos llamados inmunoglobinas, que fortalecen e sistema inmunológico del bebés.

Cómo fluye la leche hacia tu bebé?

Para que tu bebé tome tu leche es preciso que ésta se libere de los alvéolos internos. Ocurre así: al succionar el bebé tu pezón se produce una estimulación de la glándula pituitaria y ésta segrega oxitocina y prolactina dentro del flujo sanguíneo (lo mismo puede pasar sólo por pensar en tu bebé o cuando éste llora). Cuando le leche llega a tu seno, la oxitocina hace que las células alrededor de los senos se contraigan. 

Y es así como el nutritivo alimento se vacía en los conductos mamarios. Al mamar, tu bebé lo que hace es estrujar la leche de los senos y succionarla hasta que entra en su boquita. 

Durante los primeros días de lactancia puede que sientas molestias en el abdomen cuando el bebé está mamando. Esta incomodidad es normalmente muy benigna e indica que tu cuerpo está segregando oxitocina, una hormona que también contribuye a que tu matriz recupere el tamaño anterior al embarazo. (Esta misma hormona fue la que ayudó a contraer tu útero durante el parto). También puede que te sientas satisfecha, jovial y tranquila mientras amamantas. Con razón algunos hablan de la oxitocina como la hormona del amor, ¿no? Además puede ser que te sientas un poco cansada y con sueño. Éstas son señales de que tu bebé está estimulado apropiadamente tu producción de leche. 

Al aumentar el flujo de leche materna quizás notes sensaciones de cosquilleo, ardor o picores en tus senos. La leche puede gotear o incluso salir a chorros durante el "reflejo de eyección" (el reflejo que hace que te salga la leche producida por tus senos). Si esto te sucede en el momento menos apropiado, trata de cruzar tus brazos frente a tus senos y pon un poco de presión para tratar de detener la leche. 

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