jueves, 12 de noviembre de 2015

La llegada de un hijo al hogar...

Llegó el momento de irnos a casa luego del Sanatorio. Miedos e inseguridades invaden a los nuevos padres, aunque nada se compara con la sensación hermosa de saber que esa pequeña personita que llevamos perdida entre nuestros brazos es parte de nosotros, que hace apenas unos días atrás sentíamos y veíamos como se gestaba en el vientre, brincando en las noches, preparándose para disfrutar la vida, para sentir la vida.
La llegada de un nuevo integrante a la casa siempre es una bendición, horarios cambiados, horas de sueños sin sueño contemplando la hermosa creación del amor.
Cada momento del nuevo integrante es un desafío de amor, cambiar los pañales, cómo debo de arreglarlo con el cordón, lo baño, tomó suficiente leche, tiene frío, son varias de las preguntas que los padres primerizos (y los que no también) nos hacemos.
Nosotros como padres debemos de tener la tranquilidad que la llegada de un hijo es una creación divina, la naturaleza es sabia y nunca haremos nada que lastime a nuestros hijos, así que padre, madre, nunca dudes en cómo debes de tratar a tu bebé, ten fe, aferrate al amor, y todo saldrá mejor de lo que piensas.
Recuerda, la llegada de un hijo a una familia es la bendición más hermosa que Dios nos dio, disfruta  cada momento a pleno.


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